Una hidrolavadora es la herramienta perfecta para eliminar toda la suciedad, manchas y demás materias extrañas de la fachada principal y el exterior de tu casa. El uso de esta herramienta es ideal para paredes exteriores revestidas de ladrillo o piedra, y también es útil para limpiar antes de terminar de pintar la pared. La hidrolavadora se puede utilizar en todas las paredes exteriores de un edificio, siempre y cuando se tengan en cuenta los pasos a seguir durante su uso. Antes de comenzar a utilizar esta herramienta, considere la configuración de presión de agua. Se debe tener cuidado al aplicarla en ventanas de vidrio u otros materiales que puedan dañarse con la presión del agua. Se debe tener cuidado de no aplicarla en conexiones eléctricas y de proteger cualquier componente que lo requiera.

Las vallas, portones o barandillas de la casa pueden ser difíciles de limpiar, generalmente debido a su complejo diseño y extensión.
Para estos casos, la hidrolavadora es de gran ayuda, ya que puede limpiar cualquier espacio por pequeño o complicado que sea su diseño.
Basta con ajustar la presión de agua adecuada y aplicarla directamente sobre las zonas de más difícil acceso, así como sobre aquellas zonas donde la suciedad está más concentrada. Si es necesario, se puede utilizar una de las boquillas para aumentar la presión.

Otra aplicación muy útil de las hidrolimpiadoras es la limpieza de atascos en canaletas, tuberías de baños e incluso alcantarillas. Basta con introducir el chorro a presión en la tubería bloqueada, apretar el gatillo de la pistola, las boquillas con el chorro de agua dirigido hacia delante ayudan a mover la manguera por la tubería y eliminar el atasco. Una vez que las boquillas llegan al punto donde se encuentra la obstrucción, tirar y soltar la pistola varias veces hasta que la tubería quede limpia y libre.